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Sunday, January 17, 2016

DE ESTE BALCON CANTABA GARDEL


Esta nota puede confundir un poco a la gente, ya que- según la creencia popular - la residencia de Gardel en Buenos Aires era Jean Jaurés 735…..por lo menos desde el momento que la compró en 1927.
Gardel mismo promovía esa imagen familiar sacandose algunas fotos en la casa, hablando de la convivencia con su madre, y usando Jean Jaurés de base para un recordado reportaje de la revista El Suplemento en 1933.  Pero cuando su amigo Chas de Cruz, el periodista que lo entrevistó en esa oportunidad, le pregunta  “¿Tu casa, Carlitos?”  Gardel fué  bastante claro……“No, la casa de mamá….” 
 
Sabemos que su nombre era el que figuraba en la escritura.   Entonces, ¿Qué quiso decir?
 
Lo que era vox populi por esos años……que Carlos Gardel cuando estaba en Buenos Aires repartía su tiempo entre Jean Jaurés y…..un lugar en el centro.
 
 Claro, en 1935 cambió todo.  En un mundo sin Gardel, su apoderado Armando Defino se mudó con su esposa Adela Blasco a la casa de Jean Jaurés para poder acompañar a Doña Berta y de paso consolidó la centralidad de la casa de Jean Jaurés en la leyenda gardeliana.
 
Pero ciertos conocimientos perduran a través del tiempo, y todavía en el 2002 cuando se contaba la historia de la casa, algunos diarios argentinos todavía eran fieles a la impresión histórica.
 

 ¿Cómo se entiende todo esto?    Vincent Thomas, el hijo de Edmundo Guibourg,  nos explica.  
 
Entrada al edificio
“Gardel pertenecía a un grupo de gente conocida como “los tipos de la milonga”.   Para ellos Buenos Aires era pequeña, lo que hoy es el centro.  No se alejaban mucho de la Calle Corrientes, y normalmente no cruzaban Callao. Para los "tipos de la milonga", ahí terminaba su Buenos Aires.  En el caso particular de Gardel,  el atractivo de Corrientes era todavía mas fuerte  porque le encantaba el teatro. Se consideraba un hombre del teatro.” 
 
Entonces, mas allá de Jean Jaurés, a Gardel le convenía tener una base en el centro para juntarse con sus amigos….o alguna mujer.  ¿Se conoce la dirección exacta? 
 
Parece que era Cangallo 1593.  
 
 La escribanía donde trabajaba su amigo y apoderado Armando Defino estaba en el mismo edificio, entonces es probable que Defino hizo algún tipo de arreglo informal para que, cuando Gardel estaba en la ciudad, había un departamento disponible.  
 
La esposa de Defino,  Adela Blasco,  dice esto dentro de una nota para Crónica (1965)  que puede leerse  en el segundo tomo del libro de Peluso-Visconti "Carlos Gardel y la Prensa después de su muerte"  (pagina 193) 
 
“Carlitos iba a su departamento en el tercer piso de la calle Cangallo 1593, desde cuyos balcones regalaba con sus canciones a las gentes que allí se aglomeraban. ”
 
Vincent Thomas confirma la dirección, y ofrece más detalles.
 
 “Todo el barrio  sabía que Gardel vivía por Cangallo al 1500, y que si le ponían suficiente presión cuando estaba ahí lo podían hacer cantar algo desde algún balcón. Esto por supuesto solo pasaba algunas noches, cuando por esa esquina prácticamente no pasaban vehículos…..recuerde que estamos hablando de los años treinta.”
 
Las fuentes son de alguna manera "oficiales".  Adela Blasco, como esposa del apoderado de Gardel, Armando Defino, manejaba mucha información.  Vincent Thomas, el hijo gardeliano del histórico amigo de Gardel Edmundo Guibourg, vivía con su padre muy cerca  en la Calle Corrientes. 
 
Por eso es posible decir que……desde este balcón cantaba Gardel ! 
 
 
 
Agradecemos a Vincent Thomas por el recuerdo, y a Mirtha Mansilla por las magníficas fotos.  
 
 

Friday, January 8, 2016

PUERTO RICO 1935: "TU TE ENCARGAS DE CUBRIRLO A GARDEL"

 
 

El capítulo está estructurado a base de dos entrevistas que nuestro colega Arturo Yepez  le hizo en cinta magnetofónica a Nathaniel Soltero.  Forma parte del libro La Noticia y Yo, cuyo copyright pertenece a la Editorial de la Universidad de Puerto Rico.     

 
 
TU TE ENCARGAS DE CUBRIRLO A GARDEL
                                                    por  Nathaniel  Soltero 


El 24 de junio de 1935, día de San Juan, en horas de la tarde, llegó a Puerto Rico la noticia de la muerte de Carlos Gardel.
MUERE CARLOS GARDEL EN ACCIDENTE DE AVIACION  EN COLOMBIA STOP.
 
En aquella época las noticias se recibían a través de cables, ya que las máquinas de teletipo no habían hecho aún su aparición en la isla. Yo estaba en mi escritorio de El Imparcial en  aquel momento, escribiendo una noticia de rutina de la Fortaleza, cuando alguien me entregó el cable con el trágico accidente de Medellín.  Sólo atiné a mirarlo, incrédulo, demasiado sorprendido como para intentar una reacción. 
¡Ah, no, debe tratarse de una equivocación!, pensé.  Ha sucedido con otros cables en otras ocasiones, seguí tratando de convencerme,  al tiempo en que revivía en mi mente mi amistad con el afamado cantor de tangos. Sí, me consideraba amigo de él.  Curioso, lo había tratado sólo unos días pero tenía la impresión de haberlo conocido toda una vida.
 
Me había tocado entrevistarlo a Gardel cuando arribó a San Juan aquel primero de abril de 1935.  En mi carrera de periodista tuve la oportunidad de entrevistar a numerosas personalidades, sin embargo, este argentino que venía precedido de una fama extraordinaria me cautivó instantáneamente por su sencillez y su don de gente. Luego me tocó seguirlo en cada una de sus actuaciones en la Isla y entre yo y el cantante surgió una gran amistad.  A pesar del triste epílogo siempre le estuve agradecido a Ayuso Valdivieso, dueño del periódico, por haberme dado la asignación de “seguirlo al Gaucho a través de toda su gira”.
No, no podía ser que la muerte se llevara  a este artista entre artistas, a este amigo entre amigos.   Sin embargo, mis divagaciones fueron interrumpidas abruptamente por el segundo cable.
AVION EN QUE VIAJABA GARDEL CHOCO CON OTRO STOP TODOS LOS PASAJEROS PERECIERON EN LAS LLAMAS STOP
 
Y así, uno tras otro, en agonizante lentitud, cada uno de los lacónicos cables fue completando el trágico cuadro como piezas en un rompecabezas funesto.
 
GARDEL TRATO DE SALTAR POR VENTANILLA AVION STOP EL FUEGO SE LO IMPIDIO STOP
 
Sobreponiéndome a mi pena y asombro me dirigí apresuradamente hacia la casa del corrector de prueba del diario, el colega dominicano  Guaroa Velázquez, en la calle San Francisco, quien tenía una radio de onda corta.  A través de la misma pude tomar nota de los más mínimos detalles del accidente.
De regreso hacia El Imparcial, en mis manos llevaba yo el mejor reportaje que aparecería al día siguiente sobre el trágico suceso. Mucho mejor de lo que habría de publicar nuestro sempiterno rival, El Mundo. En aquel entonces El Imparcial estaba ubicado detrás del Teatro Tapia en la curva que hace la Tetuán hacia la calle Fortaleza. El Mundo, por su parte, estaba en la calle San José, esquina Tetuán.
Aún recuerdo la consternación general que se percibía en la calle.  El comentario del día era la muerte de Gardel, y en todos se trasuntaba una gran tristeza. Y es que el visitante argentino supo ganarse una legión de admiradores de su arte y amigos de su persona a su paso por la Isla.
 
Gardel debutó en el Teatro Paramount el 3 de abril de 1935 ante un teatro abarrotado de gente y con unas tres mil personas que se quedaron afuera sin poder entrar. Cantó en Arecibo, Mayagüez,  Ponce y varios otros pueblos de la isla.  En cada una de sus presentaciones conquistaba plenamente.
 

Con el gobernador Winship en La Fortaleza
En aquella época el gobernador era Blanton Winship, un general retirado, sureño, que había sido traído a Puerto Rico para bregar con mano dura contra el movimiento nacionalista; quizás haya sido Winship uno de los personajes más odiados en nuestra historia.  Cuando llegó el cantante Winship vio una oportunidad para congraciarse con el pueblo y lo invitó a La Fortaleza para lo que hoy llaman un “photo op”.  
 
Según creo  Albizu Campos y Gardel nunca se llegaron a conocer. ¡Cómo me hubiera gustado que mi ilustre compueblano  y  el argentino se hubieran conocido! Hubieran tenido mucho en común de qué hablar.
También recuerdo que unos días después que llegara Gardel habían regresado de Estados Unidos “Los debatientes”, un grupo de estudiantes de la Universidad de Puerto Rico que había triunfado al medirse con un grupo similar en universidades de ese país.  La Democracia, en una nota publicada por César Andreu Ribas (un primo de César Andreu Iglesias), hablaba sobre la ingratitud del puertorriqueño contra su propia gente comentando que a Gardel se le había tributado una bienvenida gigantesca, sin embargo la llegada de los debatientes  había pasado prácticamente desapercibida. Entre los jovencitos debatientes recuerdo a Arturo Morales Carrión, Francisco Ponsa Feliú, Gaspar Rivera Cestero, y Otto Riefkohl.

El día del Te Danzant en el Hotel Condado Vanderbilt aparezco en primer plano de traje oscuro conversando con una de las damas del comité de recepción. En la mesa atrás, de pie, Ramos Cobián, Gardel al centro, y la esposa de Ramos Cobián a su derecha
 

 
Fui testigo de numerosas ocasiones cuando el artista  cantaba desde la plaza de los pueblos a todos los humildes que se había quedado fuera del teatro sin poder entrar, ya sea porque no podían pagar la taquilla o porque el teatro estaba muy lleno.        
Una vez al llegar al Teatro Broadway, en Ponce, vio una viejita que estaba acurrucada en las escalinatas.  Gardel le pregunto qué es lo que hacía ahí. “Estoy pidiendo limosna para entrar a verlo, Don Carlos”,  fue la respuesta de la anciana.  El cantante la tomó gentilmente de un brazo  y la hizo sentar en el mejor asiento del  teatro. “Ud. es mi invitada,” le dijo el cantante.
 
En otra oportunidad Gardel le pidió a Rafael Ramos Cobián, cuya empresa Teatros Unidos lo había contratado, que rebajara el precio de las localidades ya que las consideraba muy alta($1.50) platea, $1.00 entrada general (tenga presente que hablamos del ’35).
“Pero Carlos, si en todos los teatros estamos actuando a toda capacidad y siempre se nos queda gente afuera,” repuso el empresario.
 
“Sí, pero sé de muchos que no les alcanza para entrar”, refutó Gardel.   El día anterior había hecho una caminata por Barrio Obrero, y por algunos de los arrabales de Santurce en donde quedó desolado ante tanta pobreza.  Y él que había crecido en medio de arrabales, quería cantar para ese público.  Como que sus canciones tenían sabor a vida humilde. 

 
A pesar de los argumentos de Cobián, Gardel se salió con las suyas, y cabe aquí consignar que las actuaciones de Gardel eran pagadas estrictamente a base de la mitad  de los ingresos de taquilla.
 
Al día siguiente los periódicos daban a conocer el insólito anuncio:
 
QUIERO ESTAR AL ALCANCE DE TODOS, DICE GARDEL,  Y LA EMPRESA  TEATROS UNIDOS ACCEDE A REBAJAR LOS PRECIOS DE LAS LOCALIDADES A LA MITAD
 


Nuestra profesión de periodista nos proporciona la oportunidad de conocer a grandes personalidades, aunque a veces, como en este caso, tenemos que ser testigos de noticias muy tristes.



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Nathaniel Soltero,  ya fallecido, oriundo de Ponce, comenzó trabajando en El Día de dicha ciudad, y luego pasó a El Imparcial a principios de la década del 30. Continuó trabajando en dicho periódico hasta  los años 60 al establecer su propia agencia de anuncios, Publicidad Soltero. Fue fundador y director ejecutivo de la Federación de Periodistas, otra institución que precede a la actual ASPPRO.