La historia dice que Carlos Gardel vivió un
año y medio en Nueva York. Fueron meses decisivos para su carrera. Hoy todos recuerdan las cuatro películas que
filmó allí, y las canciones relacionadas, pero recordemos que llega por primera
vez a Nueva York en diciembre 1933 para cumplir un contrato radial con la NBC y
estando allí le da forma legal a su propia compañía productora y a un contrato
discográfico con la Victor. Finalmente, Nueva
York es el punto de partida de una importante gira de la que volvió a Nueva
York en un cajón, para ser velado en el Harlem latino. New york, new york.
Quizás para causar un impacto, Gardel pasa
los primeros meses de su vida neoyorkina en dos de los hoteles mas lujosos de
la ciudad. El Waldorf Astoria y el Hotel Astonia. Pero en enero 1934, anuncia en sus cartas su mudanza al lugar donde se sacará todas esas fotos famosas….¿La
dirección? 310 E 44th St New York. St. Los Beaux Arts Apartments.
Los Beaux Arts
Apartments
Desde afuera.... |
Ascensor. Gardel estaba en el piso 18 |
El lobby |
No era un edificio cualquiera. Era el glorioso
producto, inaugurado en 1929, de un estudio de arquitectos de vanguardia: The
Beaux Arts Institute. Influenciados por
las nuevas ideas Art Deco traídas de Francia, el instituto buscaba proyectar el
estilo francés a toda Nueva York.
Empezaron con dos edificios de 16 a 18 pisos, situados en terrenos de la
misma cuadra donde estaba la sede. Los números eran 307 y 310 E 44th
Street. Es interesante notar que tanto
estos edificios, como también la sede, todavía existen. Aunque, por supuesto, remodelados y rodeados
de torres de aluminio. Entre ellas, la sede de las Naciones Unidas.
De los dos edificios, muy parecidos, Gardel
elijió un penthouse en el piso 18 del edificio mas lujoso. Al
estar en el último piso, Gardel tenía en frente una terraza que podía usarse
como jardín…..o para hacer ejercicios físicos. Tenía unos
grandes ventanales con unas vistas muy lindas del East River. Las unidades
venían amuebladas, pero para Gardel faltaba algo…..un piano. Queda claro que en algún momento en Francia,
Gardel empezó a usar el piano para componer. Durante su último paso por la
Argentina le dio instrucciones a su representante para que compre uno para su
casa de Jean Jaures, pero ahora necesitaba uno en Nueva York. Los testimonios indican que alquiló un piano apenas
entró al Beaux Arts, y lo tuvo hasta que se fue de gira. Graciás a la buena descripción que nos hace
un periodista del diarió español La Vanguardia, que lo visitó por esos
días, podemos visualizar la sala de
estar de Gardel.
El piano, importante para componer. |
De otra visita, reportada en el mismo
medio, obtenemos la siguiente información.
Me enseño sus guitarras, una bonita
colección de instrumentos, entre las cuales está la que el mas estima. Una que
le regaló hace veinte años el famoso estadista argentino Estanislao Zevallos.
Siempre la impresión de los visitantes hay
que tomarla con pinzas. Pero la imagen que aparece es la de un Gardel sofisticado, internacional, y muy comprometido con la música. El tema de los libros y los otros efectos personales es
particularmente interesante. En primer lugar, colecciones de libros y guitarras
como las mencionadas se acumulan en por
lo menos algunos años, cuando sabemos que Gardel solo llevaba pocos meses en
Nueva York. Entonces, tenemos que suponer
que Gardel llegó a Nueva York con muchos de sus efectos personales. Evidencia de que el plan
original era quedarse en los Estados Unidos un tiempo prolongado.
No llegaron a ser ocho meses de estadia. Sin embargo, existen mas fotos de Gardel en el Beaux Arts que en cualquier otra residencia. Entre ellas, estan las fotos famosas con el cuadro de su madre. Esto uno puede explicarlo argumentando que Gardel necesitaba mostrarse en un momento clave de su carrera. Y es cierto. Pero las fotos en el Beaux Arts también son evidencia de un Gardel feliz, y con ganas de mostrar su nuevo hogar.
En octubre 1934 la pequeña comitiva de
Gardel se muda al mas modesto Middletowne Hotel, no muy lejos. Terig Tucci en su libro cuenta
algunos detalles de la mudanza. Todo indica que Lepera fue el impulsor del cambio.
Lepera había llegado a Nueva York unos meses después de Gardel, cuando todo estaba listo
para filmar. El penthouse del Beaux Arts
consistía de dos o tres habitaciones grandes, entonces Gardel le ofreció un
arreglo de “roomate” que Lepera aceptó.
Los dos estaban ahí con Alberto Castellanos. Pero Lepera era famoso en el
ambiente por ser una persona muy ahorrativa, y con los meses seguramente empezó a cuestionar
los altos costos del lugar. Quizás también buscaba mas privacidad. En el Beaux Arts, trés hombres adultos estaban viviendo como estudiantes, compartiendo todo.
El Middletowne Hotel le ofrecia a Lepera un
departamento mas chico, pero propio y mas
barato. Su intención de mudarse prácticamente
obligo a Gardel a hacer lo mismo, alquilando otra unidad, o quedarse
solo con el Beaux Arts y sus altos costos. En una carta
a Armando Defino de octubre 1934, reconoce que su nuevo lugar era mas chico, pero que fue
“por los terribles costos del otro lugar. Hay que ahorrar….”
Aunque estuvo viviendo en el Middletowne Hotel cinco meses, no conocemos fotos de Gardel ahí. Tampoco comentarios positivos a sus amigos en sus cartas. Cuando se fue de gira en marzo 1935, dejó sus cosas ahí y nunca más volvió. En
enero 1936 su representante Armando Defino, de paso por Nueva York, tuvo que
arreglar con el hotel para retirarlas. La ropa y las
joyas volvieron a la Argentina. Las
demás cosas…..¿quién sabe?
Beaux Arts Forever.... |
Fuente: La Vanguardia de Barcelona (10/10/34 y 14/04/35) Sin duda, las visitas fueron algunos meses antes.
Carta 01/30/34 a su medico . Cortesía Edith Beraldi.
Carta 01/30/34 a su medico . Cortesía Edith Beraldi.