JULIO JORGE NELSON, Y LOS PRIMEROS PROGRAMAS HOMENAJE.

 

Agradecemos la valiosa colaboración de Gustavo Lopez Caballín en la produccion de esta nota.  

Julio, Jorge Nelson tiene un merecido lugar en la memoria de los gardelianos como el hombre que mantuvo la memoria de Gardel viva durante décadas, pero – como pasa con muchas cosas en el tema Gardel- los datos de la historia que se cuenta no son los que aporta la evidencia. Esta nota, usando como fuente las publicaciones radiales de la época- tiene el propósito de aclarar los tantos,

La historia que llega a nuestros días dice que el famoso locutor siempre reconoció que con era amigo de Gardel, y que lo vió una sola vez…..en el Teatro Nacional en 1933. Recordemos que ese mismo año, el joven Julio Jorge Nelson empieza a trabajar para LS10 Radio Callao, que no estaba en la lista de radios importantes. . Según la historia por el contada, durante 1934- mientras Gardel estaba en Estados Unidos- Nelson conducía un programa radial llamado “Escuche esta noche a Gardel”….

Lo que cuenta Vincent Thomas, el hijo de Pucho Guibourg y que era un joven fanático de Gardel por esos años, es que- todavía estando vivo Gardel- Nelson tenia un programa que pasaba discos de tango y que el último disco del programa siempre era uno de Gardel.

Donde la historia verbal y la evidencia empienzan a coincidir es en lo que pasó en noviembre 1935. Ahí aparece “La Hora de Gardel” por Radio Callao, conducida por Carlos Enrique Cecchetti. Julio Jorge Nelson se suma poco después. Era un programa en que se pasaban los discos del recientemente fallecido cantor, mechados con algún breve comentario. Como era de suponerse, pronto se convierte en un punto de encuentro de los muchos gardelianos que había en Buenos Aires por esos años. Se comenta que Doña Berta estaba entre los oyentes.  De cualquier manera, el programa era de alguna manera un fan club no oficial, ya que no existe evidencia de una estrecha relación con Armando Defino y Doña Berta, dueños de los derechos sobre Gardel.  Estos parecían tener como medio de difusión de su historia y novedades a la revista La Canción Moderna, de Julio Korn y la poderosa Radio Belgrano de Jaime Yankelevich. Recordemos que estas dos personas estaban vinculadas a la Comisión de Homenaje a Carlos Gardel, no asi Julio Jorge Nelson. No existe evidencia de que Radio Callao o Julio Jorge Nelson hayan tenido verdadero protagonismo en todas las importantes actividades relacionadas con Gardel organizadas en 1935,1936 o 1937.

 

ENTRA MAGALDI....Y PINERAL

Cuatro días después de la muerte de Agustín Magaldi, el 12 de setiembre de 1938, en Radio Callao aparece una “Audición de Magaldi” conducida por….. Julio Jorge Nelson. Era parecida a la de Gardel, también duraba una hora todos los días,  pero con una diferencia financiera importante….era auspiciada por el aperitivo Pineral,  de la empresa Pini Hermanos . que aprovechaba el programa para regalar cosas relacionadas con sus productos. Pineral, marca muy popular por esos años, venía trabajando con Radio Callao desde por lo menos dos años antes. Los domingos, Pineral tenía su propio programa musical “Domingos de Pineral” donde ofrecía hacía pequeños obsequios.    Aprovechando la existente relación y el furor provocado por la sorpresiva muerte de la Voz Sentimental, Nelson seguramente convenció a un fan de Magaldi dentro del sector publicitario de Pineral  para financiar esta alternativa al programa de Gardel.

Todos los días durante 1939 y 1940, si uno sintonizaba Radio Callao LS10, desde las 18 hrs se escuchaba una hora de discos de Magaldi. Y a partir de las 20 hrs….una hora de discos de Gardel.  Siempre con Julio Jorge Nelson al mando. 

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 Durante las transmisiones de la Voz Sentimental,  Pineral regalaba una foto de Magaldi entre otras cosas, y en setiembre 1939 y 1940 cuando se cumplieron los aniversarios de la muerte de Magaldi, Pineral regaló  a los fieles oyentes una medallita con la imagen del cantor. Solo Magaldi contó con este tipo de apoyo, aunque llegó hasta nuestros días una figurita de Gardel por Pineral. Estando Julio Jorge Nelson metido, no debería sorprender.

En 1941, desaparece el programa de Magaldi. Podemos imaginar que se cayó por algún motivo el auspicio de Pineral.  El de Gardel siguió, pero duraba menos de una hora. Para ese momento, otras radios porteñas estaban pasando programas que tenían a los cantores como protagonistas, aunque de manera aislada y no llegaban a durar una hora.

La historia dice que durante los años 40 la popularidad de los dos cantores se estabilizó en un nivel muy inferior al que gozaban en vida.  Julio Jorge Nelson emigra de Radio Callao en 1944, con rumbo hacia Radio Mitre donde también presenta un programa de Gardel entre otras cosas. Habrá programas de Gardel muchos años más en distintas radios y con distintos nombres. Uno de ellos….” El bronce que sonríe”. El locutor se gana el nombre de “la viuda de Gardel”.  La Editorial Bucchieri toma la posta, de vez en cuando publicando cancioneros de Gardel o Magaldi.   La revista Cantando, revista de tango que nace en la segunda mitad de los 40, publica varios especiales con los dos cantores en tapa. Seguian relacionados.   Pero bueno,  esa es otra historia. 

 

LOS PRIMEROS AÑOS SIN GARDEL

 

Esta nota tiene como objetivo ofrecer un resumen de las cosas más importantes que sucedieron en el ambiente gardeliano durante los primeros años posteriores a la muerte de Gardel. El sorpresivo accidente en Medellín dejo una serie de asuntos pendientes que le dieron bastante trabajo a los amigos de Gardel en los primeros meses y años que siguieron al 24 de junio de 1935.  La repatriación de los restos de Carlitos fue por supuesto un tema central, y es el que entra en la leyenda, pero pasaron otras cosas importantes relacionadas con Gardel, los guitarristas, y su madre que merecen recordarse. Es el motivo de esta nota. Por suerte podemos decir que en los últimos años apareció información antes desconocida de distintas fuentes que nos permiten contar esta historia con mucha mas exactitud que lo que fue posible hasta ahora.   

     

24 DE JUNIO 1935….

Algunos miembros de la Comision se reunen

El 24 de junio de 1935 Doña Berta se encontraba en Toulouse, donde recibió la terrible noticia. ¿Por qué?  Porque gracias a la rapidez del buque alemán Bremen y otros, visitar a su madre desde Nueva York era mucho mas fácil y tardaba menos tiempo si ella estaba en Francia y no en Buenos Aires.  De hecho, Gardel ya había hecho un primer viaje a visitarla en 1934. Pero ahora, desaparecido ese motivo, para el representante Armando Defino y el resto del entorno de Gardel, traer a Doña Berta a Buenos Aires era lo primero que había que hacer. Había que encarar la sucesión, y la necesitaban en Buenos Aires.  No hubo resistencia de la viejita, ya que Doña Berta también quería volver a Buenos Aires  Por eso como primera tarea Armando Defino se embarcó inmediatamente a Francia a buscarla, mientras el resto de los amigos de Gardel- entre los cuales estaba Francisco Canaro, Lomuto, el abogado Mario Benard y el ex representante José Razzano, se ocuparon en las oficinas cedidas por el diario Critica formar la Comision de Homenaje a Carlos Gardel, un grupo que se iba a formalmente hacerse cargo de las tareas que se venían, especialmente el evento que se pensaba hacer en el Luna Park para juntar fondos “para las familias de los guitarristas”. 

UNA MISA POR GARDEL. 

Este evento hoy pasó al olvido, pero es bueno recordarlo aquí.  El primer evento en Buenos Aires relacionado con Gardel fue una misa….en realidad, dos misas importantes.   La primera, organizada por Radio Belgrano,  se realizó en la Catedral Nuestra Señora de Lima, el 27 de junio, con presencia de Canaro, Razzano, la ex novia Isabel del Valle y otros. Radio el Pueblo organizó un servicio en Nuestra Señora de Pompeya. En los dos lugares, miles de personas quedaron afuera.   

EN EL LUNA PARK: UN BENEFICIO EXITOSO

Con José Razzano como principal organizador, prácticamente todos “los artistas de la radio” mas populares que se encontraban en Buenos Aires en ese momento aceptaron participar de un evento en el Luna Park, sitio cedido sin cargo alguno, para juntar dinero para las familias de los guitarristas fallecidos, y para colaborar con la recuperación de José María Aguilar. Según la revista Antena, el evento sucedió el viernes 12 de julio de 1935 y con tantos artistas terminó en la madrugada. Fue un éxito. Unas semanas después, se organizó un evento en Montevideo, con artistas uruguayos.  Los amigos del teatro de Gardel organizaron un evento distinto en un teatro porteño con presencia de Tita Merello, Vicente Padula, y otros.

LLEGA DOÑA BERTA A BUENOS AIRES

El 11 de agosto, Doña Berta estaba de vuelta en Buenos Aires, acompañada por el matrimonio Defino, donde se quedaría el resto de su vida. Ese mismo mes de agosto firmó los papeles para empezar la sucesión de su hijo.

 

DEFINO PARTE HACIA ESTADOS UNIDOS Y FINALMENTE COLOMBIA.

Dejando a la madre de Gardel instalada en la casa de Jean Jaures, el 14 de setiembre Armando Defino y su señora Adela parten hacia Nueva York.  Una vez ahí, lo primero que hace es, con el asesoramiento un abogado ya relacionado con Gardel  Eugene Sperry,  van a solicitar que el Estado de Nueva York reconozca a Armando Defino como albacea y ejecutor del testamento de Gardel.  Esto se logra el mes siguiente (Octubre). Ya a esa altura Defino estaba rumbo a Colombia.  Siempre se comentó que Defino visitó otros países donde Gardel había actuado, pero no existe evidencia y podemos suponer que Gardel y Lepera  se despidieron de esos lugares con las ganancias giradas a Nueva York por Alfredo Lepera, o guardadas en efectivo para luego ser depositadas en Nueva York al finalizar la gira. Si faltó cobrar algo, Defino-que no tenía un solo contrato en su poder- realmente no podía hacer nada.  Por ende solo viajó a Colombia, donde lo esperaba el cadáver de Gardel.  

 En Colombia Defino logró el permiso necesario para trasladar el cadáver de Gardel a Buenos Aires, asi como algunas pertenencias del cantor y sus acompañantes que habían sobrevivido el accidente. Según sus afirmaciones, había leyes sanitarias en Colombia que no permitieron la salida del país de los restos de Lepera, los dos guitarristas muertos, y Corpas Moreno. Muy probablemente, Defino no estaba en condiciones de asumir el desafío logístico, o por cuestiones de presupuesto no estuvo dispuesto de asumir el alto costo adicional. 

 

Luego de un muy complicado viaje desde Medellin, el 8 de enero Defino llega a Nueva York con el cadáver de Gardel. Armó una capilla ardiente en la Funeraria Hernandez donde los amigos de Nueva York pudieron despedirse de Carlitos por última vez. Con el certificado de la Corte de Nueva York reconociéndolo como albacea de Gardel en mano, pudo visitar  el Middletowne Hotel, última vivienda de Gardel, donde seleccionó los objetos relacionados con Gardel que iban a volver a Buenos Aires. Entre ellos había muchas prendas de calidad, fotos, y algo de documentación. No hay evidencia que hayan viajado a Buenos Aires otras pertenencias de Gardel que estaban en Nueva York, como los regalos que recibió de distintas personas mientras vivió en Nueva York. A las cosas encontradas en Nueva York hay que agregarle las cosas recuperadas en Colombia.   Defino aprovechó su estadía en esa ciudad y algunas reuniones con las personas que Gardel había tratado en Nueva York para informarse algo mejor sobre los contratos de Gardel firmados en esa ciudad, especialmente con la Paramount.  Solo tenia las cartas de Gardel como guía.  La información que manejamos es que no pudo avanzar en esa cuestión, ya que la Éxito Producciones no existía como entidad independiente. Era solo una maniobra de la Paramount para poder filmar las películas de Gardel sin oposición interna y cualquier documento lo tenia el estudio, sin interés en compartirlo.  Asi que unos días después, con solo un mínimo de temas resueltos, el matrimonio Defino y el cadáver de Gardel abordaron el barco Panamericana para el viaje a Buenos Aires.     

 

El buque Panamerica, que traia los restos de Gardel desde Nueva York, hizo una escala en Rio de Janeiro donde la revista ANTENA organizó una pequeña ceremonia al lado del barco. En Montevideo, donde había una verdadera multitud esperando en el puerto,  la Comision Oficial había mandado representantes.  bajaron al cajón para una capilla ardiente de cuatro horas frente al edificio de la Aduana.,  

BUENOS AIRES RECIBE LOS RESTOS DE GARDEL.

 

El 5 de febrero 1936, luego de hacer paradas en Rio de Janeiro y Montevideo- dos ciudades donde se organizaron homenajes a Gardel- finalmente   llegaron los restos de Gardel a Buenos Aires.  Los esperaba una enorme multitud, que accompaño a la carreta desde el puerto hasta el Luna Park, donde se hizo el velorio, y luego al Cementerio del Oeste, hoy llamado Chacarita. Los sucesos de ese dia fueron muy fotografiados por toda la prensa argentina y filmados por un equipo.  Esas imágenes fueron publicadas en todos los aniversarios durante los años siguientes, convirtiendo el 5 de febrero de 1936 en un día famoso para los argentinos.     

EL MAUSOLEO    

Defino no tardó mucho tiempo en darse cuenta que un nicho en el panteón de artistas no era un buen lugar para dejar los restos de Gardel. Además, Doña Berta quería un lugar privado donde podía estar algún tiempo al lado de los restos de su hijo.  Armando Defino, con la colaboración de Canaro, trataron de organizar una colecta pública para financiar la construcción de un monumento.  Pero los resultados no fueron muy buenos, ya que estábamos en plena crisis económica y se había corrido la voz de que el dinero recaudado en los distintos beneficios a favor de las familias de los guitarristas de Gardel por algún motivo no había llegado integramente a las familias. Defino tuvo que sacar de la cuenta bancaria de Doña Berta para pagar mas de la mitad del costo del mausoleo. Este fue diseñado integramente por Manuel de Llano, que además es el artista de la estatua de Gardel que ahí se encuentra.  El mausoleo fue  inaugurado el 17 de noviembre de 1937.

Con la inauguración del mausoleo, termina el periodo más activo de la Comision de Homenaje a Carlos Gardel.  Defino intentó durante los siguientes años, a través de contactos en Nueva York,  acceder a la contabilidad de la Paramount en lo que respecta a las películas de Gardel. No tuvo mucho éxito, pero  finalmente en 1947 logra que la Paramount le mande los originales de las últimas cuatro películas para poder explotarlas en Argentina y otros países.