Wednesday, September 23, 2015

EL TRISTE FINAL DE LUIS PIEROTTI




Escribe  César Fratantoni


El argentino Luis Pierotti es un hombre clave en la carrera de Gardel. Representó al Zorzal en el Viejo Continente desde la primera gira (1923) hasta que Gardel termina de filmar en Europa (diciembre 1932). Durante ese periodo, fue el encargado de negociar todos los detalles de los contratos. Para eso había que conocer las clausulas, las trampas, los idiomas. No era una tarea sencilla. Es cierto que estaba vendiendo algo muy bueno.  Pero también es cierto que los dueños de los teatros europeos al principio tenían dudas, y ni que hablar la Paramount Pictures. Recordemos que el primer contrato fue por una sola película. Entonces  si la historia dice que las cosas salieron bien, parte del merito es de este hombre.

 
Las fotos no mienten. París, la Cote d’Azul…hasta el Vaticano. Pierotti siempre estaba con Gardel durante la "etapa francesa", y los historiadores lo llamaron un….“gran amigo”. Pero terminada la etapa Joinville (ver nota aparte) en diciembre de 1932,  Gardel se vuelve a la Argentina, dejando a su “gran amigo”, que ahora tenía una pareja francesa, en Francia. Y nadie se dio cuenta que la relación se había cortado para siempre….  

 
Nacido en Buenos Aires en 1888, Luis Gaspar Pierotti se hace famoso como el excelente representante de Lola Membrives. Su fuerte era en organizar las giras internacionales de la Membrives y Gardel, siempre pendiente del ambiente teatral, toma nota y empieza a hacer preguntas. “¿Alguna chance de que trabajar con Pierotti?” Finalmente Gardel toma la decisión crucial de contratarlo como asistente de Razzano, para materializar las oportunidades europeas. Y ofrece pagarle varios viajes a Europa. Pierotti responde con sus conocimientos y capacidad negociadora, y en los años siguientes es el negociador y organizador de todas las incursiones del Zorzal por el Viejo Continente.    
 
Gardel, Guibourg, Pierotti y dos amigos...Paris
 
 
A partir de 1930, Gardel prácticamente se radica en Europa. Esto fortalece la posición de Pierotti, que   pasa a ser parte del “circulo intimo” de Gardel. Es invitado a las fiestas de Sadie Wakefield en Niza, va con Gardel y Guibourg cuando visitan Londrés en diciembre 1931 para apoyar a la selección española de futbol.
 

Una noche, muy posiblemente en el cabaret tanguero “El Garrón”, conoce a Gisele…Gisele era francesa, y le gustaban los argentinos. De hecho, había estado casada con un argentino de apellido Carril, y había tenido un hijo con el.  Pierotti la impresiona, y empiezan a hacer planes de volverse juntos a la Argentina y comprar una linda casa.      

 
La etapa de oro para la relación Gardel-Pierotti fue 1930-1932. Pero aún en este período, existieron algunas tensiones. Gardel lo llamaba “viejito”, no tanto por los dos años que los separaban, sino porque Pierotti era un hombre serio, muy ordenado, que le costaba adaptarse al despliegue juvenil y los chistes de mal gusto del cantante. Por su parte, Pierotti se quejó una vez de que le costaba sacar a Gardel de Niza, donde por un tiempo vivió el “high life” con el matrimonio Wakefield.  Si Pierotti se aguantaba todo, era porque Gardel le pagaba los viajes desde la Argentina…y el dinero estaba entrando.
 

Poco antes de morir, Pierotti le regaló a su empleada algunas carpetas donde están los números de las giras 1928 y 1929. Dan una idea de como era trabajar con Pierotti.  El arreglo era básicamente el siguiente:   El riesgo empresario era todo de Gardel, que pagaba los pasajes en barco y los gastos generales. Pierotti se colocaba en relación de dependencia, como si fuese un guitarrista. Cuando llegaba la hora de cobrar, se llevaba el 75% del mejor “salario”, el de Carlos Gardel, y bastante más de lo que se llevaba el Negro Ricardo, de lejos el guitarrista mejor pago.  
 
 
      

Ultima tarea.  Con Gardel e Imperio Argentina en Joinville.

 

El último rol de Pierotti fue negociar la renovación del contrato con la Paramount para dos películas más. (luego se agregaría un cortometraje). No sabemos cuanto cobró por hacerlo.  Esto se logra a mediados de 1932, dándole trabajo a Gardel hasta fin de año.  Entonces sucede algo importante.  “Melodía de Arrabal”, la última película del contrato, termina siendo también una de las últimas películas que la Paramount filmó en Francia, ya que los directivos en Hollywood no querían seguir con el "experimento Joinville".  Gardel, sin nuevas películas en el horizonte, se vuelve por un tiempo a la Argentina. No volvería a trabajar con Pierotti.
  

Todo indica que Gardel no se llevó un buen recuerdo de su “gran amigo” Pierotti. En una carta a Defino (16 octubre 1934) , le pide ignorar las cartas que le llegaban a Defino de Pierotti intentando retomar la relación.  


  

 ¿Motivos?  Las cartas insinúan lo que las prolijas carpetas dejadas por Pierotti confirman….era un representante eficiente, pero caro. Y no dispuesto a compartir el riesgo empresario. Vincent Thomas cuenta en su libro que Pierotti se jactaba de que Gardel le pagó por lo menos 14 viajes a Francia…son cosas que Gardel seguramente recordaba en 1934. Pero más allá del dinero, Gardel y Pierotti eran dos personas muy distintas. Iban por distintos carriles... Entonces no debería sorprender si, para 1932, Gardel ya estaba cansado de este hombre cauteloso.   
 

Se sabe poco de lo que hizo Pierotti después de los años con Gardel. En su carta, Gardel menciona los planes de Pierotti con Manuel Romero. La muerte de Gardel posiblemente lo sorprendió en Francia, ya que ningún medio argentino lo entrevista. Pero sabemos que en algún momento de los años 30, Pierotti se vuelve a la Argentina con Gisele y el hijo de ella. Se compran una casona de dos plantas en Belgrano. Un informe lo ubica trabajando en SADAIC antes de su retiro definitivo. Quizás fue en ese periodo que logró registrar cinco tangos como propios.  La relación con Gisele termina mal alrededor de 1938, y la mujer y su hijo se vuelven a Francia, dejándolo solo.  Por eso cuesta creer una historia que salió de Pierotti de que por motivos familiares viajó a Francia durante la Guerra, fué confundido por un espía y capturado por los alemanes. Lo único cierto es que algunas noches se lo veía en el Bar Tribunales de la Calle Corrientes, jugando a la generala con el matrimonio Guibourg y recordando los gloriosos viejos tiempos en París.

 Su retiro no duro mucho. Diagnosticado con cáncer, Luis Gaspar Pierotti murió solo y olvidado en 1946. Tenía solo 58 años.

  Muy pocos se acordaron de el.  





Fuentes:  "El Gardel que yo conocí"  de  Vincent Thomas
Notas en revista "Flash" (1981) de Luis Angel Formento.
 
 
Agradezco la asistencia de Martina Iñiguez y Vincent Thomas en la producción de esta nota.