Sunday, May 22, 2016

VISITANDO A GARDEL EN NUEVA YORK




La historia dice que Carlos Gardel vivió un año y medio en Nueva York. Fueron meses decisivos para su carrera.  Hoy todos recuerdan las cuatro películas que filmó allí, y las canciones relacionadas, pero recordemos que llega por primera vez a Nueva York en diciembre 1933 para cumplir un contrato radial con la NBC y estando allí le da forma legal a su propia compañía productora y a un contrato discográfico con la Victor.  Finalmente, Nueva York es el punto de partida de una importante gira de la que volvió a Nueva York en un cajón, para ser velado en el Harlem latino.  New york, new york.
Quizás para causar un impacto, Gardel pasa los primeros meses de su vida neoyorkina en dos de los hoteles mas lujosos de la ciudad. El Waldorf Astoria y el Hotel Astonia.  Pero en enero 1934, anuncia en sus cartas su mudanza  al lugar donde se sacará todas esas fotos famosas….¿La dirección? 310 E 44th St  New York.  St.  Los Beaux Arts Apartments.
Los Beaux Arts Apartments
  
Desde afuera....
 
Ascensor. Gardel estaba en el piso 18 
 
El lobby


 

 
 
 
 
 
 
 
No era un edificio cualquiera. Era el glorioso producto, inaugurado en 1929, de un estudio de arquitectos de vanguardia: The Beaux Arts Institute.  Influenciados por las nuevas ideas Art Deco traídas de Francia, el instituto buscaba proyectar el estilo francés a toda Nueva York.  Empezaron con dos edificios de 16 a 18 pisos, situados en terrenos de la misma cuadra donde estaba la sede. Los números eran 307 y 310 E 44th Street.  Es interesante notar que tanto estos edificios, como también la sede, todavía existen. Aunque, por supuesto, remodelados y rodeados de torres de aluminio. Entre ellas, la sede de las Naciones Unidas.
De los dos edificios, muy parecidos, Gardel elijió un penthouse en el piso 18 del edificio mas lujoso.   Al estar en el último piso, Gardel tenía en frente una terraza que podía usarse como jardín…..o para hacer ejercicios físicos.   Tenía unos grandes ventanales con unas vistas muy lindas del East River. Las unidades venían amuebladas, pero para Gardel faltaba algo…..un piano.  Queda claro que en algún momento en Francia, Gardel empezó a usar el piano para componer. Durante su último paso por la Argentina le dio instrucciones a su representante para que compre uno para su casa de Jean Jaures, pero ahora necesitaba uno en Nueva York.  Los testimonios indican que alquiló un piano apenas entró al Beaux Arts, y lo tuvo hasta que se fue de gira.  Graciás a la buena descripción que nos hace un periodista del diarió español La Vanguardia, que lo visitó por esos días,  podemos visualizar la sala de estar de Gardel.
El piano, importante para componer.  
 Esta amueblado con exquisito gusto. Un bonito piano, en compañía del cual Gardel pasa muchas horas, ya recordando sus numerosas canciones o inspirándose para nuevas. Sobre el piano se ven muchos libros de música, comprenden las canciones que Gardel ha compuesto desde que comenzó su carrera artística. Varios estantes, muy atractivos, en uno están los libros que sus autores han mandado a Gardel, con su autógrafo y muchas fotografías de figuras que han brillado o aun siguen haciendo furor en el teatro, de diversas nacionalidades. Todas ellas con una cariñosa dedicatoria a Gardel y en otro estante guarda Gardel las numerosas criticas y artículos de encomio que han aparecido acerca de su persona en los periódicos de las muchas ciudades en donde ha cantado.
De otra visita, reportada en el mismo medio, obtenemos la siguiente información.
Me enseño sus guitarras, una bonita colección de instrumentos, entre las cuales está la que el mas estima. Una que le regaló hace veinte años el famoso estadista argentino Estanislao Zevallos.
 
Siempre la impresión de los visitantes hay que tomarla con pinzas. Pero la imagen que aparece es la de un Gardel sofisticado, internacional, y muy comprometido con la música. El tema de los libros y los otros efectos personales es particularmente interesante. En primer lugar, colecciones de libros y guitarras  como las mencionadas se acumulan en por lo menos algunos años, cuando sabemos que Gardel solo llevaba pocos meses en Nueva York.  Entonces, tenemos que suponer que Gardel llegó a Nueva York con muchos de sus efectos personales. Evidencia de que el plan original era quedarse en los Estados Unidos un tiempo prolongado.


BEAUX ARTS.  El hombre y sus libros
Reunion de amigos músicos....
 

  









No llegaron a ser ocho meses de estadia.  Sin embargo, existen mas fotos de Gardel en el Beaux Arts que en cualquier otra residencia.  Entre ellas, estan las fotos famosas con el cuadro de su madre. Esto uno puede explicarlo argumentando que Gardel necesitaba mostrarse en un momento clave de su carrera.  Y es cierto.  Pero las fotos en el Beaux Arts también son evidencia de un Gardel feliz, y con ganas de mostrar su nuevo hogar.          
 
En octubre 1934 la pequeña comitiva de Gardel se muda al mas modesto Middletowne Hotel, no muy lejos. Terig Tucci en su libro cuenta algunos detalles de la mudanza. Todo indica que Lepera fue el impulsor del cambio. Lepera había llegado a Nueva York unos meses después de Gardel, cuando todo estaba listo para filmar.  El penthouse del Beaux Arts consistía de dos o tres habitaciones grandes, entonces Gardel le ofreció un arreglo  de “roomate” que Lepera aceptó. Los dos estaban ahí con Alberto Castellanos. Pero Lepera era famoso en el ambiente por ser una persona muy ahorrativa, y con los meses seguramente empezó a cuestionar los altos costos del lugar. Quizás también buscaba mas privacidad. En el Beaux Arts, trés hombres adultos estaban viviendo como estudiantes, compartiendo todo.  
El Middletowne Hotel le ofrecia a Lepera un departamento mas chico, pero  propio y mas barato.   Su intención de mudarse prácticamente obligo a Gardel a hacer lo mismo, alquilando otra unidad, o quedarse solo con el Beaux Arts y sus altos costos.  En una carta a Armando Defino de octubre 1934, reconoce que su nuevo lugar era mas chico, pero que fue “por los terribles costos del otro lugar. Hay que ahorrar….”   
 
Aunque estuvo viviendo en el Middletowne Hotel cinco meses, no conocemos fotos de Gardel ahí. Tampoco comentarios positivos a sus amigos en sus cartas.    Cuando se fue de gira en marzo 1935, dejó sus cosas ahí y nunca más volvió.  En enero 1936 su representante Armando Defino, de paso por Nueva York,   tuvo que arreglar con el hotel para retirarlas. La ropa y las joyas volvieron a la Argentina.  Las demás cosas…..¿quién sabe?     
Beaux Arts Forever....
 
 
 
Fuente:  La Vanguardia de Barcelona (10/10/34 y 14/04/35)  Sin duda, las visitas fueron algunos meses antes.

Carta 01/30/34 a su medico .  Cortesía Edith Beraldi.  

2 comments:

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  2. existe alguna foto de Carlitos paleando nieve?

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