Los gardelianos no deberían sentirse mal. El
mundo del CD estaba destinado a no llevarse bien con las músicas y artistas que brillaron
durante la era de la pasta y el vinilo. Louis Armstrong, Bessie Smith, Enrico Caruso …
Décadas después que brillaron, no fue facil convencer a las discográficas que
había un mercado para una edición en CD.
En los últimos años, Armstrong y la otras “leyendas” americanas se
recuperaron gracias a emblemáticos “box sets” y los sellos especializados. Con la ayudita de los websites “oficiales”
manejados por los que tienen los derechos y por supuesto la siempre vigente
Amazon, hoy se consigue en CD prácticamente todo lo que registraron en su paso
por este mundo.
Gardel no tuvo la misma suerte. A pesar de
su fama mundial, sufre un destino similar a otros artistas latinos de la época.
Si se consigue algo, es seguramente un compilado de “grandes éxitos”, estos elegidos
de manera subjetiva y que representan solo una fracción de sus temas mas
populares.
Problemas cuantitativos y
cualitativos.
Entre 1912 y 1935, Gardel editó alrededor de 500 temas suficientemente
atractivos como para ser promocionados y comercializados individualmente. Incluyendo
los “lados B”, la obra total de Gardel supera los 1000 temas grabados. Sin contar las
versiones distintas de los temas de las películas que están en las bandas de
sonido originales y que nunca fueron editados.
¿Cómo comercializar semejante obra?
Nunca fué fácil tomar una decisión.
Los que estuvieron mas cercanos a editar
toda la discografía en CD fué la Editorial Atalaya, con su edición “Todo
Gardel” de 970 temas en 50 CDs. Como guía los CDs usaban los distintos años
(1927, 1928 etc). Se vendían en paquetes individuales que
incluían un CD y un fascículo. El
material grafico, aunque modesto, permitió a Atalaya usar las distribuidoras de
material grafico de Argentina y Mexico.
Otros que intentaron editar gran cantidad
de material gardeliano, esta vez distribuyendo
a través de disquerías, fué el
sello europeo de tango Bandoneón. En este caso,
con una clasificación “temática” que generó cierta confusión.
Un problema clásico en el tema Gardel es la
calidad musical de muchas grabaciones. Aquí no nos confundamos…Gardel siempre
canta muy bien y por suerte su voz esta bien grabada. Pero los acompañamientos
son otra cosa…. En general, los fans de
Gardel no tienen problema con las guitarras, pero el público general sí… quizás
por eso los temas grabados en Nueva York
con la orquesta de Terig Tucci son los mas populares y dominan los compilados.
La historia dice que un grupo conservador de “fans” pudo evitar que Gardel aparezca editado con
un acompañamiento que no fuese el original.
Todo muy “purista” y auténtico pero….¿y las oportunidades comerciales perdidas?
Una excepción que no ayudó fue un LP de
Alfredo de Angelis en 1974, muy criticado en su momento y con razón….es un
esfuerzo sin balance. La voz de Gardel parece salir de una victrola mientras el
sonido de la orquesta, bien grabado, domina todo. Este mal paso fue un argumento contundente
para los que no querían cambios.
Entonces llegamos a este Siglo 21, la era
del “download”. Que difícil bajar este Gardel
poco digitalizado….Recordemos que solo el 30% del viejo tango fué editado en
CD, materia prima para el download. Pero
en los negocios y por internet siguen apareciendo compilados….El último se llama
“Rough guide to Carlos Gardel” y
Carlitos aparece tocando un piano.
¿Un disparate? El dato histórico es que Gardel
se compró un piano. Y si se lo compró, pensaba tocarlo …Estos editores americanos saben todo! Son
27 temas, con casi todos los grandes éxitos. ¿Casi? ....Falta “Sus ojos se
cerraron”.
En el siglo 21 la mala onda no
vende...