Wednesday, October 21, 2015

GARDEL EN CD : UNA CONFUSION TOTAL

 
 
Los gardelianos no deberían sentirse mal. El mundo del CD estaba destinado a no llevarse  bien con las músicas y artistas que brillaron durante la era de la pasta y el vinilo. Louis Armstrong, Bessie Smith, Enrico Caruso … Décadas después que brillaron, no fue facil convencer a las discográficas que había un mercado para una edición en CD.
 
En los últimos años,  Armstrong y la otras “leyendas” americanas se recuperaron gracias a emblemáticos “box sets” y los sellos especializados.  Con la ayudita de los websites “oficiales” manejados por los que tienen los derechos y por supuesto la siempre vigente Amazon, hoy se consigue en CD prácticamente todo lo que registraron en su paso por este mundo.
 
Gardel no tuvo la misma suerte. A pesar de su fama mundial, sufre un destino similar a otros artistas latinos de la época. Si se consigue algo, es seguramente un compilado de “grandes éxitos”, estos elegidos de manera subjetiva y que representan solo una fracción de sus temas mas populares.   
 
Problemas cuantitativos y cualitativos.     
 
Entre 1912 y 1935,  Gardel editó alrededor de 500 temas suficientemente atractivos como para ser promocionados y comercializados individualmente. Incluyendo los “lados B”, la obra total de Gardel supera  los 1000 temas grabados. Sin contar las versiones distintas de los temas de las películas que están en las bandas de sonido originales y que nunca fueron editados.  ¿Cómo comercializar semejante obra?  Nunca fué fácil tomar una decisión.
 
Los que estuvieron mas cercanos a editar toda la discografía en CD fué la Editorial Atalaya, con su edición “Todo Gardel” de 970 temas en 50 CDs. Como guía los CDs usaban los distintos años (1927, 1928 etc).     Se vendían en paquetes individuales que incluían un CD y un fascículo.  El material grafico, aunque modesto, permitió a Atalaya usar las distribuidoras de material grafico de Argentina y Mexico.
 
Otros que intentaron editar gran cantidad de material gardeliano, esta vez distribuyendo  a través de disquerías,  fué el sello europeo de tango Bandoneón.  En este caso, con una clasificación “temática” que generó cierta confusión.
 
Un problema clásico en el tema Gardel es la calidad musical de muchas grabaciones. Aquí no nos confundamos…Gardel siempre canta muy bien y por suerte su voz esta bien grabada. Pero los acompañamientos son otra cosa….  En general, los fans de Gardel no tienen problema con las guitarras, pero el público general sí… quizás por eso los  temas grabados en Nueva York con la orquesta de Terig Tucci son los mas populares y dominan los compilados. La historia dice que un grupo conservador de “fans”  pudo evitar que Gardel aparezca editado con un acompañamiento que no fuese el original.  Todo muy “purista” y auténtico pero….¿y las oportunidades comerciales perdidas?
 
  


 
Una excepción que no ayudó fue un LP de Alfredo de Angelis en 1974, muy criticado en su momento y con razón….es un esfuerzo sin balance. La voz de Gardel parece salir de una victrola mientras el sonido de la orquesta, bien grabado, domina todo.  Este mal paso fue un argumento contundente para los que no querían cambios.  
  
 
Entonces llegamos a este Siglo 21, la era del “download”.  Que difícil bajar este Gardel poco digitalizado….Recordemos que solo el 30% del viejo tango fué editado en CD, materia prima para el download.  Pero en los negocios y por internet siguen apareciendo compilados….El último se llama “Rough guide to Carlos Gardel”  y Carlitos aparece tocando un piano.
 
 
 ¿Un disparate? El dato histórico es que Gardel se compró un piano. Y si se lo compró, pensaba tocarlo …Estos editores americanos saben todo!       Son 27 temas, con casi todos los grandes éxitos. ¿Casi? ....Falta “Sus ojos se cerraron”. 
 
 En el siglo 21 la mala onda no vende... 

       

Friday, October 9, 2015

MEDELLIN: HISTORIA DE UNA ESTATUA

 
Cada vez hay mas estatuas de Gardel, y cada una tiene su pequeña historia. Existen ciertas variables, pero una vez instalada….la estatua normalmente ahí se queda.  Incluso la famosa estatua de Gardel en Chacarita, El Bronce que Sonrie, tiene una historia poco conocida pero relativamente sencilla, que el hijo de su  escultor Manuel De Llano nos contó en una nota anterior de MUNDO GARDELIANO.    
 
Si algo se puede decir de la estatua de Gardel en Manrique, un barrio de Medellín, Colombia, es que su historia no es tan sencilla.  La magnifica estatua que vemos hoy es la tercera edición de un homenaje que tuvo una historia de marchas y contramarchas…fiel reflejo de la compleja relación entre la ciudad y el hombre que le dio un destino.  
 
Leonardo Nieto, hoy en Medellin.  
Cuando el inmigrante argentino Leonardo Nieto Jardón llegó a Medellin en 1960, le llamó la atención que no existía un monumento a Gardel en esta ciudad tan emblemática para la historia de Gardel y del tango. Tomó la decisión de hacer algo al respecto, pero en ese momento tenía asuntos mas importantes….abrirse camino como inmigrante en una ciudad que era nueva para el.  En la peatonal principal de Medellín, inauguró el restaurante Salón Versalles que en poco tiempo se convirtió en un favorito y aún hoy goza de muy buena fama.

 
A medida que avanzaban los sesentas y se sentía económicamente mas fuerte, Nieto pudo dedicarse a su pasión…Gardel y el tango. Empezaron las tratativas para organizar lo que sería la primera edición de un Festival Internacional de Tango en Medellín. El año elegido para el gran evento fué 1968, y ahí aparece la idea de “coronar” el evento con la inauguración en el barrio tanguero de Manrique de una estatua al Rey del Tango.  En su búsqueda de ayuda,  Nieto tuvo una agradable sorpresa.  La Federación de Cafeteros de Colombia, a través del dirigente Pedro Felipe Valencia López, se mostró muy interesada en ayudarlo y terminaron juntando y aportando gran parte del dinero que se necesitaba.  Muchas Gracias, cafeteros!   También fue una sorpresa la colaboración del gobierno militar argentino.  Hasta ese momento, los argentinos solo se conocían como impulsores de estatuas del General San Martin.  Pero a través del Ministerio de Relaciones Exteriores,  cuyo representante en Colombia era el embajador Coronel Juan Francisco Guevara, los funcionarios argentinos ayudaron con las gestiones necesarias para contactar a un esculptor idoneo en Argentina, hacer el trato, y mas adelante utilizar la estatal Aerolineas Argentinas para transportar la estatua a Colombia sin costo alguno. La estatua, de granito, fué producto del muy respetado esculptor italo-argentino Santiago Chierico.   
 
La buena noticia fué que, el 12 de octubre de 1968,  una hermosa estatua de Gardel en granito, procedente de Argentina, hizó su debut en Medellín. Fué presentada por el Alcalde de Medellin y el embajador argentino Guevara.  Estaban presentes Anibal Troilo y su señora, Tito Lusiardo, Edmundo Rivero y varios tangueros que habían viajado a Medellín para el Primer Festival Internacional de Tango.
 


 
Primera Estatua (foto Bibloteca Publica Piloto de Medellin)  
 
 
 
  
 
Desde 1968 hasta 1971 la estatua no ofreció novedad.  En ese tiempo fue visitada por los tangueros que iban a Medellín a participar de los distintos festivales de tango, y los turistas de todo el mundo.  
 
Todo cambió una noche de 1971.  Dos borrachos locales, emocionados con verlo a Carlitos en su barrio, se subieron al pedestal para darle “un fuerte abrazo”.  La estatua no pudo ser soporte de dos personas claramente desequilibradas,  y en un momento determinado…otra tragedia gardeliana.  La estatua de granito se cae al piso, quedando totalmente destruida.
 
Al igual que en 1935, la noticia recorrió el mundo.  En Argentina, la prensa sensacionalista, recordando el rol del gobierno, presentó a la desgracia como un posible atentado anti-argentino  Leonardo Nieto humorísticamente recuerda hoy que el entonces presidente argentino, el General Lanusse, se comunicó telefónicamente para averiguar si el ataque tenía un componente político, quedando apaciguado cuando Nieto le relató la verdad de lo sucedido.
 
Nieto no quería inaugurar el Festival Internacional de Tango de 1971 en una Medellín sin una estatua de Gardel que le de la bienvenida a los visitantes. Por eso convocó de emergencia a los cinco escultores mas conocidos de la ciudad para escuchar propuestas sobre una nueva estatua.  Los cinco convocados estuvieron de acuerdo que el hombre indicado era Alfonso Góez, un escultor famoso en Medellin no solo por la calidad de sus obras sino por ser un gardeliano de ley. No se equivocaron.  Góez se mostró muy feliz con la propuesta, rapidamente arregló una suma con Nieto,  y se puso a trabajar. Durante un mes el estudio de Goez recibió la visita casi diaria de Nieto y su amigo gardeliano,el cantante y cineasta  Hugo del Carril, que estaba en la ciudad para cumplir con un compromiso. Juntos, entretenían a Góez con relatos tangueros mientras el gran esculptor colombiano trabajaba.   

 


 












Con mucha alegría, el mundo del tango pudo inaugurar la estatua de Góez en 1971 tan cual estaba previsto.  Entonces, sucedió algo inesperado. Algunas personas y parte de la prensa salieron a decir que la estatua no se parecía a Gardel. Que Gardel había sido mas alto, que su rostro no se parecía a las fotos. Todas estas criticas a la obra eran particularmente dolorosas para un gardeliano como Goez, que había visto personalmente a Gardel en el Circo España  en 1935 y se acordaba perfectamente de su altura y aspecto.  “No puedo hacerlo como no era!” le decía emocionado a Nieto.  Pero en 1973, solo dos años después, Goez se puso a trabajar en una segunda estatua de Gardel. Una versión habla de un acto de vandalismo que le forzó la mano. De cualquier manera, el resultado final es la estatua que vemos hoy. Muy parecida a la primera de Góez pero con pequeñas diferencias en el rostro y la vestimenta.

Alfonso Góez

Góez 2 (1973)



Goez 1 (1971)












 
 

Alfonso Góez murió en 1982, pero- como dicen- su obra queda.  La estatua de Gardel de Manrique, una de las primeras que se hicieron en su memoria y posiblemente la que tiene mas historia, invita a los gardelianos de todo el mundo a que vengan a verla. 

Agradecemos a Don Leonardo Nieto, su familia, Mauricio Umana y Walter Tamayo Góez, nieto del esculptor, por su asistencia en la producción de esta nota.