Para MUNDO GARDELIANO es un verdadero placer traerles esta entrevista desconocida a Carlos Gardel. Aprovechamos este momento para agradecer a la Universidad de Santa Barbara, que nos abrió su archivo, y recordar al legendario fan del tango Edouard Pecourt, fallecido en 2008, que pudo conservar este recorte tantos años.
El año es 1929….Vemos a Gardel tocando su guitarra en su apartamento de
París. Ahi mismo una pequeña revista local
dedicada a la comunidad hispana, París-America, lo entrevistó, y la nota aparece poco después.
Pocos se dieron cuenta, porque la entrevista permanece oculta hasta que
recientemente Mundo Gardeliano la encontró entre los tesoros de la “Pecourt Collection” de
la bibloteca de Universidad de Santa Barbara, California. Es una entrevista corta pero jugosa.
El
incomparable “jilguero porteño” vive en una elegante “garçonnière”* de la Rue
Spontini, a dos pasos del Bois de Boulogne y que su vivienda es un rincón de
recuerdos de todos los países que visitara en gira artística….Una manta
peruana, un sombrero de charro mejicano, una daga uruguaya, una alfombra traída
de Bolivia, un par de espuelas de “Peñaflor”, que un amigo chileno le regalara
la noche de su debut en Santiago, una gran carpeta de Nanduty, que el
Presidente del Paraguay le regaló encerrada la corteza de una nuez….en fin, un
poco de cariño en cada objeto que el guarda y quiere con toda su alma.
Con esa
lealtad espontánea, juvenil y sana, que hace el encanto de su camaradería, me
explica la razón por la cual su casa esta llena de flores. Esa tarde, cantó en privado para una gran
dama, muy vieja Francia, que entiende y admira el español……
"No lo he
hecho por dinero, ¿comprende? Gano lo
suficiente con Santos y otros, además, yo adoro las flores y allá en Buenos
Aires tengo un jardincito que yo cultivo personalmente, y en el que un solo
rosal, me da rosas de tres colores….Yo lo injerté, y es una maravilla. Ahora lo esta cuidando mi viejita…”
Al nombrarla su voz se hace trémula,
como si estuviera cantando una canción de ausencia, de pena, de nostalgia….El
recuerdo de su viejita hace que el silencio se instale entre nosotros y no sé
porqué, se me ocurre que inconcientemente estamos, el y yo, mucho más cerca…..
Sus
comienzos
“Yo nunca
estudié antes de cantarnos. Me inicie por verdadera afición….Tocaba un poquito
la guitarra y solo, sin la ayuda ni consejo de nadie, empezé a murmurar
vidalitas, trovas, y estilos criollos. El estimulo de los amigos que me oyeron
alguna vez y mi propio deseo de
mejorarme, hicieron el resto.
GABINO EZEIZA |
Su estilo
Respecto a
la elección de mis números, puedo decirle que lo hago con toda
liberalidad. Si un tango me gusta, lo
estudio y lo canto. Eso es todo. No podría decir que tengo un autor
preferido. Todos pueden ser buenos, si
realizan algo de interés. En mi repertorio hay composiciones de firmas
conocidas e ignoradas. Mis acompañantes preparan entre ellos las variaciones de
la música, luego ensayamos juntos cuatro o cinco veces y el nuevo tango o canción,
sale…… Yo trato no solamente de cantar, sino también de interpretar la
intención que inspiro al compositor y al “parolier”. Si ustedes creen que lo consigo..tanto
mejor!
Y nos
retiramos de la “garçonnière” de Carlos Gardel,
comprendiendo mejor las razones del éxito de este muchacho sencillo y
alegre, que ha sabido en poco tiempo conquistarse el título de “vedette” de
París, sin haber tenido que recurrir,
como en el caso de algunas de sus colegas, ha ser “lanzado” en base de dollars,
o del talento indiscutible de algún “chroniqueur”.
No
terminaremos estas líneas sin hacer constar que, gran parte del éxito que tuvo
y sigue teniendo el Florida, se debe a su esfuerzo y su arte sin igual y que
dicho suceso sin precedentes, pudo repetirse en la Costa Azul, paraje que ha impresionado profundamente a
este “ruiseñor” de las pampas y el arrabal porteño.
Desgraciadamente,
pronto tendremos que privarnos de la caricia arrobadora de sus canciones, pués
el hombre embarcara para Argentina, donde tiene contraídos importantes
compromisos artísticos.
Además….su
“viejita”, cuya evocación nos hizo estar mas cerca unos instantes, le reclama
en todos los correos para que vaya a reemplazarla en el cuidado del
jardincito……
FIN
* Departamento de soltero
Por JEAN
DEL KEL SAR. (Revista París-America 1929)