Casi todo gardeliano
sabe que Manuel de Llano es el creador del “Bronce que sonríe”, la gloriosa
estatua de Gardel que domina el mausoleo en Chacarita y prácticamente ha tomado
vida propia. Lo que muy pocos saben es
que en realidad Manuel de Llano estuvo encargado de diseñar el mausoleo entero, ya que era el
hombre que representaba a la "Comisión de Homenaje a Gardel" frente a la empresa constructora contratada. También es el autor de la otra estatua ahí, la
de la mujer con el harpa, y dos de las
placas más bonitas y emblemáticas. Las que Doña Berta y Armando Defino le dedicaron al
artista fallecido. Conclusión: Podríamos
decir que el mausoleo entero, inaugurado en diciembre de 1937, es la obra de Manuel
de Llano.
Mi padre no
solía hablar mucho de sus logros. Me acuerdo que me dijo cuando inauguró un
busto de San Martín en la sede central del Banco Provincia en Buenos Aires me dijo que “El
importante es San Martin, no yo….” Lo mismo la vez que uno de sus amigos trató
de convencerlo de editar algo relacionado con su gran logro gardeliano. Mi padre lo autorizó a imprimir una pequeña
tirada de los folletos alusivos, pero después no los uso para
promocionarse. Así era…..de muy bajo perfil.
En cuanto a
otras obras de arte, a principios de los
años cincuenta nos trasladamos a Mar del
Plata. En esa ciudad hizo algunas
esculturas más, como la de Eros y Leandro en el centro de Mar del Plata. También es el
creador del famoso arco de piedra en la entrada de Miramar, que hizo cuando tenía un cargo en esa ciudad.
Manuel de Llano, en Mar del Plata |
¿Siguió
ligado al tema Gardel?
Por su
obra, era un miembro muy respetado de la primera Comisión de Homenaje a Carlos
Gardel. Este era un grupo de gente vinculada a Gardel, que siguió haciendo cosas por su memoria luego de su muerte. Cuando mi padre estaba en Buenos Aires, participaba de las reuniones. Tenía una de las dos llaves que tenía
la bóveda, la otra estaba en manos de un alto directivo de la Comisión. Siguió teniendo la llave incluso después de irse a vivir Mar del Plata....
Me acuerdo que la guardaba en su estudio como un trofeo. Un buen día, cuando yo tenía alrededor de ocho años,
durante un viaje a Buenos Aires mi padre me invitó a conocer la bóveda. Nunca mas me voy a olvidar ese dia….
¿Como fue esa
visita?
La bóveda
siempre estuvo cerrada al público, desde su construcción. Pero mi padre, que tenía la llave, me invitó a ingresar. El lugar que estaba impecable. Me
acuerdo que uno bajaba los escalones y el cajón de Gardel era lo primero que
se veía. Adelante del cajón, una mesada cubierta con
un mantel negro, donde había varias cosas que aparentemente le habían pertenecido. Cosas pequeñas, ninguna parecía importante. Hoy solo recuerdo que
había un moñito….. El cajón de la madre estaba colocado al lado de la otra
pared, en un angulo de noventa grados al de Gardel. No estaban uno arriba del otro, como después.
Fue la única vez que pude ingresar, ya que un
día, creo que alrededor de 1953, mi padre volvió enojado de una reunión de la
Comisión y muy poco después me enteré que había entregado su copia de la llave.
¿Cuando decidió radicarse en Los Angeles?
En
1965. Mis años en Argentina los había
pasado en Mar del Plata, donde tuve una carrera en el periodismo radial. En un momento, hasta tuve un programa por
Radio Atlántida dedicado a Gardel y llamado “La Voz del Milagro”, entre otros
programas. Colaboraba conmigo Elmer Uranga. Pero llegó un momento en los
sesentas que todo en Argentina parecía complicarse y decidí emigrar. Aquí en los Estados Unidos, como todo
inmigrante, al principio trabajé en distintos lugares pero al mismo tiempo
organizaba eventos de tango en la asociación argentina local. Finalmente me pude especializar en bailar
tango y organizar eventos relacionados con esa música. Me hice bastante famoso, y hasta estuve de
gira por Asia. Estuve bailando y dando
clases hasta hace poco, cuando por razones de salud me jubile.
Cuando
viaja a la Argentina, ¿visita el mausoleo que hizo su padre?
LINK A LA HISTORIA DE COMO SE HIZO EL" BRONCE QUE SONRIE"
http://mundogardeliano.blogspot.com/p/el-bronce-que-sonrie-la-historia.html