Sunday, October 10, 2021

NOTA DE 1935 A DOÑA BERTA.

 




La siguiente nota a la madre de Gardel fue publicada en la primera pagina del periodico de Rio de Janeiro A NOITE  el 8 de agosto de 1935. Los periodistas pudieron hablar con ella cuando el barco que trasladaba a la viejita hace escala en Rio, rumbo a Buenos Aires.      Traducción del portugués: Mundo Gardeliano.  

 




QUIERO ESTAR SIEMPRE CERCA DE MI HIJO!

En transito hacia Buenos Aires, pasó por esta capital a bordo del buque Campana, la Sra Bertha Gardes. En la lista de pasajeros, ese nombre nos llamó la atención.  Se trata de una señora que viaja sola, venida de Toulouse, y que durante todo el viaje se mantiene alejada de los demás pasajeros, como si se sintiese dominada por una gran tristeza.

Descubrimos al final que esa señora triste es la madre de Carlos Gardel, el artista de películas españolas y autor de innumerables tangos exitosos, que murió trágicamente en un accidente de aviación en Colombia.

Cuando nos acercamos la señora nos atendió gentilmente:

“Si , soy la madre de Carlos Gardel y voy a Buenos Aires para presenciar el entierro de sus restos mortales. Pobre hijo!”  dice con sollozos la señora. “Era lo único que poseía en la vida….”   

Teníamos la intención de no molestar por mucho tiempo a la Sra Bertha Gardes, pero envalentonados por la gentileza con la cual nos atendió, seguimos la entrevista.

Nos dice la pasajera del Campana que Carlos Gardel, cuyo verdadero nombre es Charles Gardes, nació en Toulouse, Francia. Teniendo dos años y cuatro meses, fue para Buenos Aires y allí pasó buen parte de su infancia. Se trasladó después a Montevideo, donde reveló su propensión por la bohemia, cantando en “night clubs”  y cabarets de Montevideo y Buenos Aires.  Siempre fue adverso a los estudios, y su madre, observando los constantes éxitos en la carrera artística que eligió, dejó que tenga plena libertad de acción. Ahora tenía 45 años y era el único sostén de su madre, residente en Toulouse.     

La señora Bertha Gardes piensa instalarse en Buenos Aires. Explicando su decisión, nos dice:

“ Quiero estar siempre cerca de mi querido hijo. Además, si Gardel no hubiese muerto, el próximo setiembre hubiese ido conmigo a la Argentina.”   

 

Agradecemos a Manuel Guerrero Cabrera la producción de esta nota.