El libro “Cartas de Gardel” de Espina
Rawson, conteniendo la correspondencia entre Gardel y su representante Armando
Defino, ofrece un montón de detalles y episodios desconocidos que formaron
parte de la historia gardeliana. Esta
nota es un producto de toda esta información nueva que tenemos algunos
gardelianos.
El plan de hacer una gira redituable por algunos
países hispanoamericanos es anterior a la llegada de Gardel a Nueva York.
Posiblemente el gran éxito de taquilla de “Luces de Buenos Aires” inspiró la
idea, pero esta fue tomando forma cuando Gardel llegó a Nueva York y empezó a
escuchar las propuestas de distintos empresarios latinoamericanos. Para marzo 1934, debido a que no
aparecían sponsors para una temporada mas
larga en la NBC, Gardel ya estaba listo para embarcar en una gira por Cuba, Mexico
y posiblemente otros países. Lo iba a acompañar su representante Armando
Defino, que ya había tramitado su visa y la de los guitarristas para viajar a
Estados Unidos y juntarse con el Zorzál.
Todos estaban por subirse al barco cuando la firma del contrato de Gardel
con la Paramount para hacer dos películas
suspendió ese primer plan de gira, y durante algunos meses Gardel se
ocupó de las filmaciones y no de otra cosa.
Pero para fines de junio de 1934, le llego una carta de Buenos Aires con
una propuesta de gira. Esa carta hoy esta perdida, pero tenemos la información
que manejaba Armando Defino, adelantada a Gardel en una carta del 5 de junio y con la opinión de Defino adherida.
Algunas observaciones sobre esta gira que
se planeaba desde Sudamérica. El
empresario que iba a financiarla, “Salvatti” que menciona Defino muy probablemente era Renato Salvati,
un empresario teatral italiano muy conocido radicado en ese momento en Buenos Aires pero que pesaba
muy fuerte en Chile donde habia vivido mucho tiempo y con la ayuda de un familiar estaban a cargo de la dirección artística
del Teatro Municipal en Santiago de Chile. Ahí seguramente iba a cantar Gardel
si volvía a Chile, un país donde su popularidad había incrementado notablemente
desde esa única vez que Gardel-Razzano habían cruzado la cordillera en
1917. Defino en su carta no solo
habla mal de Salvati, le quita importancia. Era el hombre clave para los
artistas importantes que visitaban Chile, y ya era muy famoso por sus giras
relacionadas con la opera, entre otras la de Enrico Caruso por la Argentina.
En
cuanto a los puntos de la gira, la riqueza petrolera de VENEZUELA y el bajo
valor de la moneda estadounidense ahí convertía a ese país en posiblemente el
lugar más rendidor en dólares de cualquier gira por Sudamerica. De hecho, Venezuela y Aruba (otro destino que
por su riqueza petrolera estaba en cualquier plan de gira) efectivamente terminaron
siendo puntos muy lucrativos en la gira de 1935.
PANAMA fue visitada personalmente por
Alfredo Lepera en agosto de 1934, seguramente para explorar la posibilidad de
incluirla en una futura gira de Gardel. Como Venezuela, era un país prospero del
continente donde se podían ganar muchos dólares si se llenaban los
teatros. Panama efectivamente estaba
incluida en la gira de 1935, y era el próximo destino de Gardel después de
Colombia.
¿Por qué no estaba COLOMBIA? Al lado de otros países, la logística ahí parecía
complicada, el país tenia algunos problemas económicos que disminuían su atractivo para un empresario que miraba al país desde Argentina.
PERU Y CHILE En los años 30 estos países no parecían prometer mucho para un artista extranjero, pero Gardel era distinto y además eran los lugares donde Salvati tenía sus conexiones. Sabiendo que la popularidad de Gardel había crecido mucho en los países del Pacifico durante los últimos años, no quería dejar a Peru y Chile afuera en una potencial gira.
PERU Y CHILE En los años 30 estos países no parecían prometer mucho para un artista extranjero, pero Gardel era distinto y además eran los lugares donde Salvati tenía sus conexiones. Sabiendo que la popularidad de Gardel había crecido mucho en los países del Pacifico durante los últimos años, no quería dejar a Peru y Chile afuera en una potencial gira.
En fin, Defino adelantaba su opinión contraria a una gira organizada por Salvati por sospechar del empresario. Pero lo mas importante de esa carta de junio 1934 es la recomendación de que Gardel y Lepera organicen cualquier gira ellos mismos. Porque eso es exactamente lo que hicieron. En agosto, mientras que Gardel visitaba a su familia en Francia, Lepera viajaba a Panama para explorar posibilidades. Fue el puntapié inicial de una gira organizada por Lepera desde Nueva York. Ahí, el entusiasmo de los portoriqueños logró que Puerto Rico fuese parte de la gira. Algo parecido sucedió con los colombianos, que cuando se enteraron que Gardel salia de gira lo convencieron para que incluya Colombia. Ironicamente, un encargado de organizar "la parte colombiana" era Celedonio Palacios....un chileno.